Mi dueña anda con un acelere que no se aguanta.
Vos le decís ¡guau! y ella te sale con que está apuradísima, que la mudanza, que salí Pancho de acá, no me molestes, y sí, no, ya, bueno, en fin.
Dios mío, ¡está loca!
¡Y se muda a ocho cuadras de aquí!
Entre nosotros: la casita nueva tiene jardín, muchachos. Una joya total.