viernes, marzo 31, 2006

Los años pasan

Me vino la melancolía. Yo que siempre estoy alegre. Rezongón, es verdad, pero un rezongón alegre. Pero hoy ni siquiera molestar a Blanquita me divierte (ya les contaré quién es Blanquita).
¿Será el otoño?
Y después me entero que este energúmeno me anda engañando con una perrita de la calle que encontró en su barrio. Sí, vos, no te hagás el que no sabés que ya me contaron que le dabas carne por abajo de la mesa del restaurante a la perrita esa y a mí cuando venís a comer asados ¡nada me das!
Grrrrr.
Bueh.
Mientras tanto yo miro como se amarillean las hojas del gynco y pienso en esos huesitos que escondí cerca del jazmín. Si el jardinero que viene hoy los descubre lo muerdo, ya está decidido, es un hecho.
Estoy triste. Triste como un perro cansado y viejo.
Pucha que estoy viejo.
¡De pronto me hice viejo!
¿Cómo pasó?

lunes, marzo 27, 2006

Todo está clavado en la memoria


Nosotros los perros tenemos memoria "de perros". Nuestra memoria a corto plazo es corta. Para nosotros un humano que se ha ido a su trabajo hace cinco minutos es como si ya se hubiera marchado por todo el día. Nuestra memoria es atemporal. No la dictan los minutos ni las horas. Ni siquiera los años. Todo está aquí, al alcance de nuestra mano.
Pero claro, somos perros.
Y aunque cueste creerlo a algunos humanos les sucede lo mismo. Tienen memoria corta. Y así como tienen memoria corta, tienen la vista corta y los oídos también cortos pues no escuchan más allá de lo que quieren escuchar.
Por suerte no fue lo que sucedió con las cien mil personas que marcharon el viernes 24 a la Plaza de Mayo en repudio de la última dictadura militar sucedida en la Argentina en 1976.
Yo me solidarizo con ellos. Aunque sea sólo un perro.
Y tenga memoria de perro.

martes, marzo 21, 2006

Memoria canina

Juro que no lo hago a propósito. ¿Cómo se les ocurre plantar una planta en el lugar donde yo suelo hacer pis? No es posible. Sepan que mi memoria canina me lleva hacia allí. Ya no puedo cambiarlo. Entiendan que yo también tengo mis limitaciones, che.

viernes, marzo 03, 2006

Pregunta

Leyendo el librito que ella había dejado caer en su regazo leí lo siguiente:

A través de los perros rendimos homenaje al amor y a su posibilidad. ¿Qué es un perro sino una máquina de amor? Le ponen delante un ser humano, le encargan la misión de amarlo y, por poco agraciado, perverso, deforme o estúpido que sea el ser humano, el perro lo ama.

Michel Houellebecq, La posibilidad de una isla.

¿Con que máquinas de amor, eh? ¿Ustedes qué piensan?