martes, julio 19, 2005

Ay

Y sí.
Tuvieron que ayudarme. No hubo manera.
Tampoco podían enojarse conmigo. ¿Cómo iba yo a saber que mi cabeza podía pasar por los barrotes de esa reja pero no mi cuerpo? Error de cálculo, che.
Lo más extraño fue que mi cabeza pasó hacia adelante pero cuando la quise sacar hacia atrás se quedó varada ahí.
Un gracioso dijo: ¿y si en vez de cortar la reja le cortamos la cabeza?
Muy chistoso.

viernes, julio 15, 2005

Travesura

Así y así y ahora así. No, no, así y así...no...¿Era así?
¿Cómo era?

(Voz en off)

PANCHOOOOOOO, ¿¿¿¿¿¿QUÉ HICISTE????????

uy, se dieron cuenta.

¡Ay!

jueves, julio 14, 2005

Tareas perrunas

Las pelotitas me gustan hasta cierto punto pues con mi boca es difícil maniobrar algo redondo y grandote. A veces los niños del jardín de al lado dejan caer sus pelotitas de tenis y luego cuando vienen a reclamarlas no hay nada para devolver (¿dónde está la pelotita?) salvo un estropajo mugriento (obra de mis dientitos, claro está). Cuando era un cachorro destrozaba más cosas pero ahora estoy cansado. Corretear está bien pero me gusta más relajarme y dormir. Una vez que uno descubre algunas canas en su nariz y lomo empieza por buscar siestas en el sillón de plumas de los Rossi.
Lo del plato es harina de otro costal. El plato me encanta. Es chato y fácil de agarrar y se puede patear sin problemas. Además hace un ruido fenomenal. Como apausos. Me vuelvo como loco.
De más está decir que los Rossi no soportan ese ruido y me mandan con el plato a jugar al patio.
En fin, la convivencia.

viernes, julio 08, 2005

Conociendo

Gracias a mi amigo Rufus he conocido a algunos otros perros dando vueltas por la red. Debo decir que con muchos me sentí identificado aunque algunos hablan medio raro. Mi dueña me explicó que es por una cuestión geográfica y me habló de mapas y de una especie de océano Atlántico que es como un montón de agua junta y salada que separa a los continentes en los que vivimos. Me dio pena porque a mí el agua me da un miedo horrible y si encima es salada, ¡puaj! Por suerte está la internet que nos acerca a aquellos que estamos del otro lado del charco y viceversa.
Así que descubrí a Peludo, un perro simpatiquísimo y lleno de amigos y que vive del otro lado del océano. Si vieran los abrazos que se da con todo el mundo. Lo mejor es que no hace distinciones de ningún tipo porque se hace amigo de todo el mundo, ya sean perros chiquitos o grandes, vagabundos o con hogares humanos. Que se le va a hacer. Por suerte hay perros mejor que uno. Yo no puedo con mi genio y le ladro a todos los perros grandes que veo. Pero no se asusten. Soy gruñón sólo al principio. Después de un par de miradas todos se dan cuenta de que soy un tierno.
Ah, claro, y después está la reina de la web: Juliana Perrolis
Muchachos, háganme la gauchada, che...
¡Que alguien le hable de mí a esta diosa!

Condenado

No hay remedio que me devuelva la salud. Soy un perro condenado. Un perro enfermo y crónico. El veterinario no entiende cómo es que estoy vivo. Siempre dice que va a escribir un libro sobre mí. Yo creo que debo tener algo de alma gatuna por eso de las siete vidas. Mi dueña prefiere creer que es porque soy demasiado testarudo para morirme. Testarudo o valiente. Depende de cómo se lo mire.
Los hombres me hicieron a imagen y semejanza de los emperadores. Pero resulta que no soy un emperador sino un perro y para colmo con los colmillos torcidos. Me pregunto si los emperadores chinos sufrían tanto como yo.
En estos días la veo que entra y sale de la casa y me saluda despacito, como si estuviera sosteniendo una cosita muy frágil. Es cierto que estoy un poco frágil.
Pero si ella supiera lo frágil que se la ve a ella también.
¿Porque quién la sostiene a ella?

miércoles, julio 06, 2005

Enfermo ¿de qué?

Algo comí. No sé qué pero algo comí que no me hizo bien. Anduve vomitando en su cuarto. Además hace dos noches que no duerme en esta casa. Creo que el culpable es ese tipo alto y despeinado que a veces viene con ella. Ayer llegó sola y ni fuerzas para ir a saludarla. Se me acercó y le moví la cola. Despacito. Ella me tomó entre sus brazos. Sííiiiiii.
Una gloria total.

viernes, julio 01, 2005

Encantadora

Es duro aceptar que nunca voy a poder hablar. Sólo salen sonidos guturales. Nunca palabras. En esos casos, ella se acerca y me hace varios cariñitos en la nuca. En otra vida, Panchín, me dice.
A veces los imito y salen sonidos extraños, no muy agradables. Nunca parecen sonidos de perro sino de un viejo cascarrabias que se ha quedado sin voz.
Pujo para que salga la voz pero no. Mis cuerdas vocales se niegan y suelen rajar sonidos estridentes.
Cuando ella canta me desentiendo del todo. Apoyo mi hocico en su guitarra vibrante y dejo que la vibración me recorra íntegro.
Es una encantadora de serpientes.
Es una encantadora de.
Es.