lunes, agosto 15, 2005

Anita

He tenido unos días agitadísimos. Y todo porque una San Bernardo se escapó una noche de sábado con un celo terrible.
Ya sé, no me lo digan, soy un celoso de porquería. Debería aprender de Peludo que anda ahí con su Cano a cuestas.
Pero es más fuerte que yo. No puedo. No sé compartir mi espacio. ¡¡Y menos con una San Bernardo enoooorrrrmeeee!! Su pata es más o menos mi tamaño. Y si vieran las tortas que nos dejó en la puerta de calle. ¡Uf! Sólo a mi dueña se le puede ocurrir aparecer con un perro de tamaña magnitud esperando que yo lo acepte. Pero no hubo nada que hacer pues allí estaba, husmeando en el jardín. No la culpo, yo hice lo mismo hace cinco años (ver primeros posts de este blog). Pero yo lo hice primero. Yo. ¿Quién se cree ella?
Fue una carrera contra el tiempo. La encontraron mi dueña y el despeinado cuando salían de la casa. Ahí nomás trataron de ver si tenía alguna medallita con alguna dirección. Pero no tenía nada, sólo un pequeño collar. Ni señales de quiénes eran sus dueños. ¿Por qué no nos ponen medallitas a todos, eh? Así sería mucho más fácil encontrar al dueño, saber cómo se llama el perro...
La perra esta estaba alzadísima. Dios mío, se la olía de lejos y le levantaba la cola a cualquiera. Hasta yo me puse un poco, bueno, ya saben. Pero se me fue enseguida, eh. La furia y el miedo de que se quedara estaba primero.
Luego de dar varias vueltas y dejar el teléfono en un kiosco y en la garita de vigilancia la pusieron a dormir en el jardincito de adelante que ahora tiene rejas altas.
No les puedo explicar la impotencia. El único ojo que tengo se me quería saltar de la órbita.
Mi dueña me explicó que la perrita (¿¿la perrita ese cacho de mastodonte??) estaba perdida y que no podíamos dejarla en la calle porque además estaba en celo. Y que mañana o pasado encontraríamos al dueño (¿¿cómo alguien puede perder un San Bernardo??).
Bueh.
Al final tenían razón. El domingo el dueño de "Anita" (sí, se llamaba Anita) se contactó con nosotros y vino enseguida a buscarla. El reencuentro fue increíble. Anita parecía una cachorra de lo feliz que estaba.
Y, claro, yo también me puse feliz. Cada uno por razones diferentes.
Je.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Y... ¿que opina Juliana de esto...Panchoooo?
¿tu crees que se lo va a creer? jejeje
patita mi amigo!

Unknown dijo...

Pancho menos mal que encontraron al dueño sino te veia con una hermanita enormeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
colega ... saludos perrunos

Pancho dijo...

BUffy: Juliana no dice nada. Creo que aún no me conoce, snif.

Verdi: menos mal. No quiero saber de nada con hermanitas que comen toneladas de carne.

louisgibson: lo que?????

Anónimo dijo...

Pues insiste que haceis mu buena pareja... pero no la llames "Yuliana" que se enfada ¿vale?
Creo que tienes que ir un poco mas a lo..Humphrey Bogart..por ejemplo..
Suerte.. si no.. ¡ella se lo pierde!
Patita mi amigo

Anónimo dijo...

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