sábado, mayo 20, 2006

Viaje

Yo había averiguado, saben. Me contacté con la dueña de Julio, el gato del que les hablé y ella me dio algunas indicaciones. Pero como estos tipos no se van por tierra sino por avión lo de los trailers para perros no me sirvió de nada. Entonces, claro, mejor averiguar por esas cajas para perros. Lo de la caja no me gustaba nada de nada. ¿Yo adentro de una caja? Pero con mi olor, imagínense la cara de los pasajeros de a bordo. Así que averigüé por la caja. ¿Y saben lo que salía una caja de esas? Y yo que no tengo ni un peso. Y me estaba quedando sin tiempo. Nada de tiempo. Y estas dos mujeres que iban y venían con que la ropa y si en París hace frío y la mar en coche. ¡Qué desastre! Cuestión que se me ocurrió la brillante idea. ¿Y si me meto en la valija de mano? Esa valijita azul, tan linda, que Florcita arrastraba de acá para allá. Sería bonito visitar Roma, Florencia y Venecia. Hacer pis en el Ponte Vecchio, caca en alguna placita francesa (ah, cómo, ¿no se puede?). En fin, plantar mi huella en el continente viejo, ¿no?
La valijita me va al pelo (perfecto). Es de mi tamaño y además yo solo peso ocho kilos. ¿Creen que estas dos se van a dar cuenta?
Nooooo.
Así que abro el cierre, levanto la tapa y ¡¡¡arrivedeci amigos, nos vemos en Italia!!!

P.D: Este blog quedará en manos de mi amiga Fiona por estas tres semanitas. Ya verán. ¡Y deséenme suerte para esta travesía!

viernes, mayo 19, 2006

Angustia valijera

Valijas otra vez. Odio las valijas. Las detesto.
Papá Rossi se fue a la China con valijas.
Florcita se fue de esta casa con valijas.
Lucho se fue a vivir solo con valijas.
Y yo las veo ahora alrededor de una, dos, tres, cuatro valijas. Todas de diferentes colores y tamaños.
Mamá Rossi separa pantalones, pulovercitos, camisas y ropa interior.
Florcita va y viene de la casa. Trae valijas y las llenan.
¡Explíquenme!

P.D: valija: maleta

jueves, mayo 18, 2006

¡Chau, Papusa!

¡Falsa alarma!
Papusa duró poco y nada. Y que quede claro, no fue para nada mi culpa. Ella solita y sola se marchó sin decir ni "mu", bah, ni "miau". ¡Y a buen puerto, muchachos!
No fue necesario implementar ninguna de los valiosos consejos que todos ustedes me dejaron en los comentarios del post anterior. Buffy, ¿no te parecía un poco peligroso implementar el método de los masajes que Verdi expuso en su blog? A mí los ojos de Papusa no me inspiraban nada de confianza. No parecía ser un animalito muy mimoso como para andar pidiéndole masajes. Además, si es por masajes yo prefiero que me rasque el cogote mi dueña, jejeje.
Es cierto, como dijo Frodo, que la pobre gata no tenía un hogar y, bueno, hay que ser solidarios. Pero la bicha se ve que adora la calle y sólo se quiso tomar un vermuth de la tarde en el balconcito de mi dueña.
Así que ¡chau, Papusa!
Y que siga el tango nomás....

domingo, mayo 14, 2006

Dentro de poco diré miau


¿Pueden creerlo?
¡Un gato se le metió en el balcón a mi dueña!
¡Y lo peor de todo es que no lo sacó de un escobazo sino que está pensando en darle leche!
Ahora yo digo, si yo fuera un gato adulto y me dan leche, puaj, me voy de ahí inmediatamente. Pero claro, no soy un gato adulto, soy un PERRO adulto y acá me ven.
¿Y como le quiere poner? Algún nombre ridículo como de esos que se le ocurren a ella. Uno romano, quizas. Bueno, no, parece que no sabe. Es que no sabe si cuando abra la puerta que comunica el balcón con el resto del departamento el gato ¡patapuf!, se irá corriendo o se quedará a ver qué pasa. Porque, a ver, un gato que se pone a dormir entre las plantas de alguien está esperando algo, ¡vamos! Si los gatos que viven en la calle sólo duermen donde nadie pueda pillarlos. Este se las trae...
¿Será macho o hembra?
Me estoy comiendo los sesos.
Ah, pero sabé una cosa... ¡si adoptás ese gato, olvidate de tu aljaba!

miércoles, mayo 03, 2006

Recomendación

No, no me comió el gato, no se preocupen.
He estado muy ocupado leyendo un libro.
¿Qué? ¿Acaso nosotros no podemos leer libros?
¡Claro que podemos!
Recomiendo fervientemente Casiperro del hambre de una escritora argentina llamada Graciela Montes. Búsquenlo, revuelvan en las librerías del barrio. ¡No se lo pierdan!
Indipensable para todo perro bloguero.