Entramos a la temida veterinaria de la mano de mi dueña y ¿qué me encuentro? Gustavo, el veterinario, no está allí. En su lugar hay una mujer. Yo estaba aterrado. Siempre estoy aterrado cada vez que voy a ese lugar. Nunca es para nada bueno. Imagínense que mi primera vez en esa veterinaria fue para que me quitaran mi ojo y me dejaran cual pirata mala pata. O, mejor dicho, cual pirata ojo tuerto. Pero esa es otra historia. Esta vez había una chica más o menos de la edad de mi dueña.
Silvina.
Aaaaah (suspiro).
Si vieran la delicadeza con la que me auscultó el pecho. Y lo dulce y tierna que estuvo cuando sugirió que me sacaran de la camilla metálica porque me veía muy nervioso.
Al despedirse me dijo: chau, Panchito, te portaste muy bien.
Ando mal del cuore. Pero esta vez ¡no es el soplido!
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah.
9 comentarios:
Me alegra saber que la Vete ha sido buena contigo...ya ves Panchito hay que darle una oportunidad.
Definitivamente, no eres un perro. Enamorarte en una situación así, ts, ts, Pancho, eso sí que te lo tienes que hacer mirar.
Panchito mío cuidate mi amigo!! ese carácter tuyooo, tranqui colega tranquiiii patitaa
che emperador.. te me has enamorado..??? vaya...
patita
Bon dia pancho, estos humanos son una caja de sorpresas, a mi me paso al reves, cuando me operaron del tumor la nueva vete me quito un año, en fin cualquiera sabe, sera la buena vida que me rejuvenece, por lo del soplo no te preocupes, lo mismo le dijero a mi welo cuando tenia 20 años y el mes que viene cumple 80 asi que tot menos apurarse noi
Hola colega, te dejamos un premio en el blog, pasate a recogerlo, patetas rey
Ojalá estés bien Panchi, patitaaa
uff, si yo te contara mis historias del corazon! estoy entre una boxer y una dalmata.... he reaparecido!
Panchito, ¿qué pasó? Hace tiempo que no nos cuentas de tu vida... Esperamos noticias desde Tenerife. Esperamos también que estén bien...
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