viernes, mayo 13, 2005

Entendimiento

Yo viví muchas vidas.
Yo fui Emperador y Mendigo.

Ayer entendí por qué no entiendo a los humanos.
Tienen demasiadas expresiones. Trato de imitarlos pero es casi imposible. Y digo casi porque a veces me sale bastante bien. Pero mi boca no siempre responde. Mi boca es dura y mi lengua sólo sirve para lamer la mano del amo. Por eso los gruñidos. Todos creen que soy muy simpático pero por dentro mío sólo hay revoluciones. Nunca seré como ellos. Me suben a una silla, me dan besos, me llenan de caricias, tengo mi plato lleno y un nombre.
Un nombre que "paradójicamente" pude elegir yo.
Ya les contaré.

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