Es de noche y yo me relamo mis pequeñas fauces. Estoy recostado sobre el dulce pasto un poco húmedo por el rocío de la tarde. El estanquecito ya está lleno. La luna lo ilumina y le da un cierto color turquesa.
Todo es muy bello y yo, relamiéndome los restos del asado del domingo, pienso en mis cosas.
En eso, llega ella.
-Panchito ¿qué hacés acá solito?
La miro y no muevo ningún músculo de la cara.
-Qué raro está Pancho... -escucho que le dice al despeinado.
Yo digo, cuando ella se va sola a algún rincón nadie le dice nada. ¿Es que acaso nosotros no tenemos derecho a un poco de privacidad también?
6 comentarios:
emperador... eso se llama relax no???
disfrutalo... que te llega el veranito y aqui hace dos dias que no deja de llover ...
¡Cómo vamos a llegar a filósofos,si no nos dejan tiempo para reflexionar.....!
Guau,guau
eres un poeta! gruñón, pero poeta.
juas guau pero qué inoportuna!!! te interrumpieron tan romántico que estabas grr patita amigo.guau guauuu
Claro de Luna.. me encanta..
esta mu bien pa meditar..yo me llevo el Walkman y me escondo..asin...me dejan en paz.
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